Ella lo miraba negándose a quitarle los ojos de encima.Raúl,jugaba con sus manos evadido de éste puto mundo.
Y,cuándo casi ya asqueada y enferma por su actitud,le clavé los ojos iracundos sobre ella,bajó su mirada y se escondió al alero de su hija...¡Que cobardía!.
Así vivo.
Así vivimos cada día de intolerancia y discriminación.
Así,también les ganamos.Yo les gano.Cada minuto del maldito día,cuando él solo me dice:
"Mamá,te quiero mucho".
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